Te ha pasado que por más esfuerzo que pongas, recordar tus sueños se vuelve una tarea un tanto complicada, es probable que durante el transcurso de la noche tengas un sueño del cual no quisieras despertar y que te has propuesto recordar llegada la mañana, sin embargo, al amanecer tu mente se queda en blanco y no te es posible recordar nada.
Dicen que es recomendable poder recordar al menos un sueño por noche. Eso aumentará nuestra autoconciencia en los sueños (haciendo más probable los sueños lúcidos) y también significa que realmente podemos pedir canalizar de nuestro yo interior una orientación útil a partir de nuestros propios sueños.
Pide a tus sueños, y recibirás, si es que no los olvidas.
¿Recuerdas tus sueños?
Aquí encontrarás consejos detallados sobre cómo recordar tus sueños con más frecuencia. Y si no crees que sueñes en absoluto, confía, seguramente lo harás.
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Aprendiendo a Recordar los Sueños:
- Es muy importante que no muevas el cuerpo cuando te despiertes por la mañana, hasta haber recordado el sueño que has tenido.
- Después de esto, puedes darte la vuelta y tal vez recordarás otro sueño en esa otra postura.
- Al mantenerte quieto en la cama, tratando de recordar un sueño, realizas un ejercicio de canalización. Tu mente está en blanco y poco a poco albergará imágenes claras y diferenciadas.
- Posiblemente experimentes algunas sensaciones sutiles, mientras dejas que se conviertan en imágenes o recuerdos.
Para muchas personas lo difícil no es recordar el proceso, sino dedicar cierto tiempo cada mañana a dejar que los recuerdos del sueño se manifiesten.
Aun cuando jamás hayas recordado ningún sueño, ni hayas tratado de
interpretarlo, he aquí un método sencillo que te iniciará.
Primero, toma nota de uno de tus sueños.
Si no te acuerdas de ninguno, escribe todo lo que te venga a la mente cuando te despiertes.
En segundo lugar, trata de descubrir algo en tu sueño, o en los pensamientos que has anotado, que puedas convertir en realidad en ese día.
Y tercero: ¡hazlo realidad! Puede ser una cosa muy sencilla. Por ejemplo, si el color rojo aparece en tu sueño, ponte algo de color rojo ese día.
Es tan sencillo como un juego de niños, y sin embargo te conducirá hasta algo grande. Los sueños son experiencias de nuestro yo superior, creaciones de nuestra alma. Para comenzar a canalizar e introducir en nuestra vida la sabiduría de nuestro superior, presente en nuestros sueños, hemos de dar un primer paso.
Para llegar a ser canal de nuestro Ser, hay que aprender a comprender nuestros sueños. El hacer en la vida real algo basado en un sueño es un buen primer paso.
PRS
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Para recordar tus sueños con mayor frecuencia no te olvides de:
Dormir bien
Suena obvio, pero es importante.
Durante las primeras 4 a 6 horas de sueño cada noche, mientras sueñas en ráfagas cortas, tu cerebro prioriza el NREM (sueño profundo) para que tu cuerpo pueda descansar y repararse físicamente.
Después de eso, ingresa períodos cada vez más largos de REM (sueño de sueño). Esto es cuando tu mente puede descargar emociones y realizar una curación psicológica. Esta fase tiene el mayor potencial para los sueños lúcidos.
Mantener un diario de sueños
Ahora que tienes un montón de sueño REM, es hora de mantener un registro activo de tus sueños todos los días. La mejor manera es llevar un diario de sueños escrito o ilustrado.
Todo lo que necesita hacer es dedicar 10 minutos a escribir tus sueños por la mañana antes de levantarte de la cama. Ten una libreta al lado de la cama y al despertar, escribe inmediatamente todos los detalles que puedas recordar. Cuando sueñes con un diario, escribe en tiempo presente y subraya personajes, símbolos, escenas, diagramas, temas o emociones inusuales.
Si no se te ocurre nada, recurre a las primeras líneas de este ejercicio. Solo relájate y acuéstate en silencio por unos minutos y piensa en lo que te gustaría soñar la próxima vez.
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