El «NAZAR» u ojo Turco
Un Nazar, conocido también como: «piedra del mal de ojo», «ojo turco» (en turco, nazar boncuğu), «ojo griego», u «ojo apotropaico». Es una pintura simbólica de uno o más ojos que se usan como amuleto para protegerse del mal. Es un abalorio con la forma de una gota plana donde se encuentra la figura de un ojo al que se atribuyen fuerzas protectoras, y que es muy usado como talismán o amuleto contra el mal de ojo y las malas energías.
El Ojo turco
El ojo turco suele ser fabricado a mano con cristales de colores. Está formado por una serie de círculos concéntricos que suelen ser, de dentro hacia fuera, negro o azul oscuro, azul claro, blanco, dorado, etc. Los colores podrán variar según la intención con que se lleve el amuleto, el azul por ejemplo, esta asociado al agua, es el signo del buen Karma, se vincula a las buenas energías y a la protección contra el mal de ojo, y es el color más tradicional del ojo turco.
La gente acostumbra usarlos en el cuerpo, con collares, pulseras, zarcillos o tobilleras, en Turquía, es omnipresente en las oficinas y hogares, así como para protección de bebes recién nacidos y mujeres embarazadas (ver también cazadores de ángeles). Es común verlo en joyería, en vehículos, puertas, incluso son colocados a los caballos.
Origen del Nazar
El orígen del ojo turco es incierto, se puede ver en Grecia y Anatolia antes de la conquista turco-musulmana, por ejemplo sobre los barcos griegos, desde la antigüedad. El signo figura por lo común en las vasijas griegas del siglo VI a. C., siendo quizás hecho con la idea de retener a los espíritus malignos para que no entraran por la boca mediante el vino.
En el antiguo Egipto se utilizó como protección el «Ojo de Horus».
El mal de de ojo se remonta a miles de años, las raíces de esta creencia llegan hasta Babilonia y el antiguo Egipto. También se observa entre los sumerios y los hititas, y las culturas mesoamericanas.
Los granos de ágata de calidad excepcional, usados para proteger al portador contra la influencia del mal de ojo, también fueron descubiertos en sepulcros sumerios reales en Ur.
Un tratamiento contra el mal de ojo
Las diferentes culturas han utilizado como amuletos protectores: la herradura, el ajo, el diente de lobo, la espina seca, semillas huayruro, azabaches, algunas piedras etc.
Enrique de Villena escribió en el 1425 un tratado sobre el «mal de ojo» o «aojamiento», diciendo que los facultativos lo llamaban «fascinación», del nombre tradicional en latín «fascinare». Joaquín Bastús escribió en 1862 que la palabra griega «envidia» venía de la expresión «aquella que nos mira con mal ojo» y de ahí que se le denomine «el mal de ojo», se dice que los griegos protegían a los jóvenes marcando sus frentes con barro o cieno.
El mal de ojo es una creencia que esta extendida universalmente en las diferentes culturas, aunque sin duda el «Nazar» ha sido el objeto más representativo y popular, y su fin es proteger de malas energías, malos deseos, malos espíritus a todo aquello que se ama. Y ¿tu?, ya tienes el tuyo?.