La Integración del Sagrado femenino Sagrado masculino
La consciencia sistémica nos permite comprender la vida en esa interrelación dual de la Energía Masculina y Femenina. Venimos de una historia de siglos, donde la supremacía de la fuerza desarmonizada del masculino, encarnada en los hombres; maltrató, sometió, excluyó y violentó al femenino encarnado en las mujeres.
La reacción ha sido entonces la exclusión, como una forma de «defensa» que nos ha llevado al mismo extremo violento.
Hoy, el llamado para salir de ese círculo dramático, entre víctimas y victimarios, donde nos vamos turnando los dos papeles generación tras generación, nos exige integrar estas fuerzas duales en la unidad que somos en cada ser sobre el planeta.
Una mujer que ha integrado su masculino honra a los hombres de su clan, respeta sus historias y sabe tomar la sana distancia cuando es necesario el límite, sin entrar en el juego del maltrato, la exclusión y la invalidación.
Por su lado, un hombre que ha integrado su femenino, es un hombre que respeta a las mujeres, las reconoce en su ser creativo sin entrar en los juegos de manipulación, logrando abrazar y contener cuando es necesario, pero también sabe poner la sana distancia para no quedar atrapado en los juegos insanos del femenino desarmonizado, controlador y manipulador.
Esto lo saben hacer los seres que han integrado su complementario sutil, pues al reconocer toda su sombra, pueden reconocerla en las proyecciones que aparecen en la pantalla llamada «otro», saben recoger lo que les corresponde, integrarlo, honrarlo y transformarlo.
Sin estas comprensiones profundas, podemos volver a caer en el reduccionismo de los géneros como sexos y así, los hombres seguirán sin integrar su femenino y las mujeres sin integrar su masculino y las exclusiones afuera, solo representarán las exclusiones internas de la unidad dual que somos.
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