Todo tiene su tiempo, todo tiene un por qué; todo es aprendizaje.. todo lo que hoy nos duele mañana nos hará mas fuertes..
Bella enseñanza para comprender que todo tiene su tiempo.
Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo. Un hombre se sentó junto a él y observó durante varias horas como la mariposa se esforzaba para que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero. Entonces, pareció que ella sola ya no lograba ningún progreso. Parecía que había hecho todo lo que podía, pero no conseguía agrandarlo. Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: tomó unas tijeras y cortó el resto del capullo.
La mariposa entonces, salió fácilmente. Pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre continuó observándola porque él esperaba que, en cualquier momento, las alas se abrirían, y se agitarían, y serían capaces de soportar el cuerpo, que a su vez se iría fortaleciendo.
Pero nada de eso ocurrió. La realidad es que la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo deforme y unas alas atrofiadas. Nunca fue capaz de volar. Lo que aquel hombre no comprendió -a pesar de su gentileza y su voluntad de ayudar-, era que ese capullo apretado que observaba aquel día, y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de esa pequeña abertura, era el modo por el cual la naturaleza hacía que la salida de fluidos desde el cuerpo de la mariposa llegara a las alas, de manera que sería capaz de volar una vez que estuviera libre del capullo.
En su afán de ayudar, de evitar un esfuerzo, o un sufrimiento, la había dejado lisiada para toda la vida.
Del mismo modo, cuando enseñamos a nuestros hijos primero a gatear, después a caminar, pero en algún momento debemos soltarles la mano para que caminen solos, de lo contrario solo le haremos daño ……..
Es probable incluso que no recibí nada de lo que pedí… pero recibí todo lo que precisaba:
- Pedí fuerzas… y El Gran Espíritu me dio dificultades para hacerme fuerte.
- Pedí sabiduría… y El Gran Espíritu me dio problemas para resolver.
- Pedí prosperidad… y El Gran Espíritu me dio un cerebro y músculos para trabajar.
- Pedí coraje… y El Gran Espíritu me dio obstáculos que superar.
- Pedí amor… y El Gran Espíritu me dio personas para ayudar.
- Pedí favores… y El Gran Espíritu me dio oportunidades.
Aho!