La visualización creativa no consiste en nada místico o enigmático, se trata en utilizar nuestra imaginación para modificar nuestros pensamientos. Tener pensamientos e imágenes positivas acerca de lo que queremos puede condicionarnos de manera inconsciente para que lo consigamos.
Cómo visualizar en cuatro simples pasos
Antes de que cualquier cosa pueda convertirse en una realidad, primero debe visualizarse en la mente. Y mientras más claramente podamos visualizar lo que queremos, más probabilidades tenemos de manifestarlo en realidad.
Como cualquier habilidad, te vuelves mejor visualizando con la práctica. A medida que practicas la visualización, verás que tu capacidad mejora y que puedes definir más claramente lo que quieres lograr.
Uno de los conceptos erróneos más comunes sobre la visualización es que solo algunas personas pueden hacerlo. A menudo las personas piensan que no tienen la creatividad requerida. Pero la verdad es que cualquiera puede visualizar. Para probar esto, piensa en un auto deportivo rojo en tu mente ahora. Inmediatamente deberías haber podido ver una foto de un auto deportivo rojo en tu mente. Este es el poder de la visualización en acción. A medida que mejores en la visualización, podrás ver ese automóvil con más detalle, escuchar el sonido de su motor y hasta sentir la potencia del motor a medida que acelera.
Puedes usar la visualización para lograr lo que deseas en la vida, desde lograr tu cuerpo ideal, dominar una habilidad específica o alcanzar cualquier objetivo. Para comenzar con la visualización, simplemente sigue estos pasos:
Paso uno: Sé claro acerca de lo que quieres
Antes de comenzar a visualizar, debe tener claro qué es lo que realmente deseas. Saca un cuaderno y un bolígrafo y escribe las cosas que quieres lograr. Si quieres perder peso, decide exactamente cuánto quieres pesar, qué talla de cintura quiere ser y qué aspecto tendrás. No comiences a visualizar hasta que tengas absolutamente claro hasta donde quieres llegar.
Paso dos: encontrar un lugar tranquilo
Cuando practiques la visualización, deberás elegir un lugar tranquilo donde no vayas a ser molestado. Puedes visualizar de pie, sentado o incluso acostado, solo asegúrate de que no seas molestado mientras visualizas.
Paso tres: hacer una «película mental»
Este es el paso cuando realmente haces tu visualización. Quieres hacer una película mental que incluya tantos elementos diferentes de tus sentidos como sea posible. Cuanto más clara y real sea la visualización, más potente será. Cuando “veas” tu meta, trata de visualizarla como si ya la hubieras logrado. Por ejemplo, si quieres perder peso, entonces considera que ya has alcanzado tu peso perfecto.
Intenta y agrega diferentes sentidos a tu visualización.
Paso dos: ser consistente
Visualizar una vez y luego olvidar tu objetivo no es suficiente. Necesitas hacer que la visualización de tu objetivo sea una práctica regular. Reserve algo de tiempo cada día (temprano en la mañana es lo ideal) donde practiques la visualización de tus metas. Comprométete a visualizar a esa hora cada día. Incluso si vas tarde y solo puedes dedicar un par de minutos, aún debes visualizar. Visualizar consistentemente es mucho más importante que el tiempo que visualizas.